LA RADIOFRECUENCIA , se utiliza para devolver el aspecto joven y fresco
a la piel, tensándola al inducir la producción de nuevas fibras
colágenas sanas, tanto en el cuerpo como en el rostro. En los
tratamientos faciales, el sistema de radiofrecuencia consigue devolver a
la piel una expresión más vivaz y juvenil:
- Elevando las cejas cuando se trata la parte superior del rostro,
- Disminuyendo los pliegues nasogenianos y realzando los pómulos al tratar las mejillas,
- Logrando una mayor definición del óvalo facial al tratar toda la cara, incluida la piel del cuello.
Es un dispositivo emisor de radiofrecuencia avanzada que eleva la
temperatura de la dermis y tejidos subyacentes. Como consecuencia del
aumento de temperatura, las fibras de colágeno
de
las capas medias y profundas de la piel se contraen; y las células
grasas se rompen, siendo eliminadas a continuación por el propio cuerpo.
Durante los meses siguientes, la piel iniciará un proceso progresivo de
formación de nuevo colágeno. Poco a poco, y de forma duradera, la piel
se mostrará más joven, suave y elástica.
Las contraindicaciones para este tratamiento son;
Embarazo
y lactancia.
Portadores de prótesis metálicas, marcapasos,desfribriladores o cardioversores.
Portadores de prótesis metálicas, marcapasos,desfribriladores o cardioversores.
El tratamiento con radiofrecuencia es ambulatorio, y no precisa anestesia ni el uso de ningún tipo de vendaje. La mayoría de los pacientes vuelven a su actividad normal inmediatamente después del tratamiento, en ocasiones con una mejoría ya visible. Suele aparecer un leve enrojecimiento de la piel (como el que aparece tras la exposición solar), que suele desaparecer rápidamente. No se necesitan cuidados especiales tras el tratamiento, pero se debe asegurar una correcta protección solar como parte del cuidado general los 15 días posteriores a la aplicación de radiofrecuencia.
La Radiofrecuencia se aplica durante unos 20-30 minutos. El procedimiento no necesita anestesia. El paciente siente el calor que fluye desde el interior hacia el exterior del tejido. Los tratamientos deben repetirse una vez a la semana hasta un total de diez sesiones aproximadamente, y luego una vez cada dos meses.