Otro tipo de toxina botulínica A es el DYSPORT.
Tiene los mismos efectos que la marca BOTOX, pero con algunas pequeñas
diferencias en la manera de la aplicación y en las zonas de aplicación.
DYSPORT, el equivalente al BOTOX en la mayoría de Nueva Zelanda, Inglaterra y otros países de Europa, es producido por el laboratorio Ipsen Limited, y se utiliza para tratar pacientes de la misma manera que se usa el BOTOX.
DYSPORT, el equivalente al BOTOX en la mayoría de Nueva Zelanda, Inglaterra y otros países de Europa, es producido por el laboratorio Ipsen Limited, y se utiliza para tratar pacientes de la misma manera que se usa el BOTOX.
Es la misma toxina de donde proviene el BOTOX, y originariamente se utilizaba para tratar desórdenes motores y varias clases de espasmos musculares involuntarios. En Nueva Zelanda, DYSPORT ya tiene aprobación de registro por parte de la Ley sobre Medicina, para el tratamiento de líneas en el entrecejo y sudoración excesiva en las axilas. En Perú ya está aprobada por la DIGEMID. Al igual que Botox, tiene aprobación por la FDA.
PRECAUCIONES QUE DEBE TENER EN CUENTA
Es de suma importancia tener conocimiento de que BOTOX
o DYSPORT es una droga bajo prescripción médica, y que justamente, sólo puede
ser administrada por un MÉDICO CALIFICADO, en el lugar apropiado.
En la actualidad se comercializan en
el mundo otras presentaciones comerciales de la toxina botulínica de tipo A más
baratas y no autorizadas para uso humano.
Por eso es necesario que el paciente sea oportuna y claramente informado
sobre el tipo y marca del medicamento o presentación de la toxina que le va a
ser aplicado.
Debe saber que estos tratamientos han
sido aprobados sólo por la FDA,
para personas entre los 18 y 65 años.
Coméntele a su médico si ha tenido
alguna enfermedad que afecte los nervios o músculos, si está amamantando o si está embarazada o lo hará a corto
plazo.
No debe someterse a tratamiento si la
zona a inyectar está infectada, o si es alérgica/o a alguno de los
ingredientes del contenido a inyectar.
Asegúrese de informarle a su médico de
los medicamentos que toma, incluso los de venta libre o productos de
hierbas medicinales, ya que estos pueden interactuar con la toxina.
Evite realizarse las aplicaciones de TOXINA
BOTULÍNICA con personas no calificadas, en lugares tales
como salones de belleza, gimnasios, habitaciones de hotel, oficinas, en
domicilios particulares, y otros sitios de venta. Además, evite las reuniones
de Botox. Al recibir tratamientos sin la
experiencia o habilitación correspondiente, corre el riesgo de que le apliquen
técnicas o dosis inapropiadas, en sitios que no reúnen las condiciones de
sanidad necesarias. Ya que siempre existe el riesgo de que algún paciente
reaccione a la medicación de manera adversa, es importante encontrarse en un
sitio debidamente equipado, en caso hubiera que atender alguna emergencia.
CONCLUSIÓN
Las inyecciones de toxina botulínica han cobrado muchos adeptos porque son una manera rápida y apenas invasiva de mejorar la apariencia.
Como el procedimiento no es permanente y no requiere de un período de recuperación, con frecuencia, es una sencilla e inteligente alternativa a los drásticos procedimientos de anti-envejecimiento, que no suelen ser necesarios para las pieles morenas.
Al igual que con cualquier otro procedimiento médico, la elección de recibir inyecciones siempre debe ser un tema para pensar y conversar bien con su Médico.
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