El envejecimiento de la piel del
rostro se evidencia por la pérdida de elasticidad, aparición de manchas, arrugas, flacidez y pérdida del
contorno facial.
Hoy se sabe que el envejecimiento cutáneo proviene
de factores intrínsecos (propios del paciente) como la genética que traemos
incorporada y procesos moleculares aun no dilucidados totalmente. También están involucrados los factores
extrínsecos como la exposición solar crónica, tabaquismo, uso de cosméticos
inadecuados, hábitos nutricionales, estrés, etc.
Todos estos son los responsables de la disminución
de fibras colágenas, fibras de elastina y del ácido hialurónico que se acentúa con
el paso del tiempo.
Hoy en día, contamos con diversos tratamientos
estéticos para contrarrestar todos estos factores, que se elegirán según el
caso de cada paciente.
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